No estoy de acuerdo en que haya que acabar con la escuela, por una serie de razones. La primera es que muy pocos padres serían capaces de llevar a cabo una educación “académica” como lo haría una escuela. Mis padres no tienen nada más que estudios básicos. Si ellos se hubieran ocupado de mi “educación” yo no sería licenciado universitario. Hoy en día gran parte de las familias no son capaces de transmitir a sus hijos valores como el esfuerzo (aprender a que las cosas requieren esfuerzo) y en su lugar transmiten otros valores como la vagancia o la inmediatez (lo quiero ya). E igualmente tampoco serían capaces de dar una formación "académica" a sus hijos.

En segundo lugar, la escuela es un medio de socializar y conocer otros niños y otros mundos. ¿Qué mundo puede conocer un niño “amish”, por ejemplo, si lo “educan” los padres en su casa, si un coche es un artilugio del demonio, si todo el mundo es  pecaminoso menos ellos? De mayor te das cuenta de las cosas que te has perdido de pequeño por el concepto que tienen tus padres del mundo (al menos en mi caso). Y si unimos a unos padres con poca formación académica y que piensan que educar es transmitirle a su hijo su estrecha visión del mundo y sus anticuadas convicciones religiosas el resultado es una empanada mental digna de un psicólogo.

En tercer lugar, estoy de acuerdo en que la escuela transmite gran cantidad de conocimientos inútiles. ¿Para qué me sirve saber resolver ecuaciones de segundo grado? A mí no me sirve para nada, pero a un ingeniero le sirve para hacer bien su trabajo y que, a lo mejor, el puente por donde circulamos, no se venga abajo y no nos matemos. A mí la lengua y la literatura me ha servido cuando menos para leer y escribir bien, sin faltas de ortografía, para diferenciar un libro bueno de uno escrito a pellizcos (en plan corta y pega) y para hablar mejor que los canis y las chonis ("El español en cien palabras" o algo así sería su caso).
Afirmo, incluso que esos conocimientos inútiles que aprendemos en el colegio, es una forma de disciplina y de aprender el valor del esfuerzo y no tirar la toalla ante la primera adversidad que se nos presente (en este caso, un suspenso). Yo he sacado asignaturas, cursos y oposiciones a pesar de que todo el mundo me decía que era difícil y/o imposible.
Y como resto atávico de aquellas matemáticas del colegio, además de recordar algunas fórmulas matemáticas, aun sé resolver raíces cuadradas (señal de que aquella profesora de matemáticas hacía bien su trabajo).  

Por otra parte, parece que a los estados no les interesa invertir en educación, empezando por el PPSOE en nuestro país, puesto que cuanto más analfabetos funcionales sean la gente, más fáciles son de manipular y engañar. ¿He dicho “todos” los estados, en general? No, en los países del norte de Europa la educación es de más calidad y con más medios humanos y materiales. Los países nórdicos en lugar de quejarse de lo cara que es la educación presumen de la pasta que invierten y sus resultados. Tanto la educación como la sanidad son inversiones, no un gasto. Sí, desmontemos el sistema educativo, que es muy caro e invirtamos la pasta en armamento, en policías que defiendan a quienes ya sabemos, en medios de comunicación afines o dejemos que el dinero de la educación lo roben directamente los políticos y se lo lleven a Suiza.

La idea de que la educación no sirve para nada les interesa a los políticos y a los peces gordos a quienes rinden pleitesía, para poder campar ellos a sus anchas y deshacer un sistema educativo público que, por supuesto deja bastante que desear, que empeora con cada reforma educativa del gobierno de turno y cuyo fin es que sólo pueda estudiar los ricos (niños de papá). ¿Quiénes de nosotros se puede permitir un colegio, un instituto, una universidad privada? Yo no. Y la escuela, el instituto y la universidad públicas las he aprovechado bien.

Ah, mi mujer es una "heroica funcionaria" que todos los años está en un destino nuevo, vive todo el año de alquiler en una ciudad que no es la suya, se las tiene que ingeniar para ir y venir y espero que el año próximo su destino no sea la puta calle. Llevamos cinco años en plan gitano recorriendo Andalucía de un sitio para otro, ella ha hecho una carrera universitaria en una universidad pública y al cabo de muchísimos años ha conseguido trabajar en lo que le gusta (yo no he tenido esa suerte). Que no me venga nadie con el típico rollo del maestro que se toca los huevos.

Coincido en que los colegios se han convertido en poco menos que guarderías para niños de hasta dieciséis años y gran parte de esa culpa es de los padres, que se desentienden de los hijos y son incapaces de poner disciplina en el hogar y pretenden que el colegio les devuelva a sus hijos a casa bien educados, con la cabeza bien amueblada y llena de conocimientos útiles, comportándose como unos caballeros mientras ellos están en el bar del barrio fumando y bebiendo y ellas están en casa viendo la telenovela rascándose el c…, por poner un ejemplo. Hay muchos que padres que confunden el colegio (y la biblioteca) con un parque o una guardería.

Y es que, por lo general, la educación no le interesa a nadie.

    

Para acabar, estudiar a distancia, delante de un ordenador, tampoco es la solución. Ya hay bastante gente alienada delante de un ordenador perdiendo en tiempo en chats, feisbuc y demás redecillas sociales donde basta con pinchar en un sitio para hacerte "amigo" de alguien cuando sabemos que "eso es como el que tiene un tío en Graná, ni tiene tío ni tiene ná". ¿Cuántos cursos online he hecho yo y para qué me han servido? ¿Qué interacción hay en un curso online entre los alumnos y el profesor, si todos trabajamos, tenemos obligaciones y dedicamos al curso el tiempo justo? ¿Tengo yo ganas y tiempo para otra cosa que no sea el curso en cuestión? Pues va a ser que no. La educación online es una ayuda, no una solución ni un recambio a la educación presencial tradicional y siempre tiene que estar bajo la mirada de un profesor.