Se han vertido ríos y ríos de tinta para describir, analizar y explicar el porqué de la extraña y obsesiva relación de Hitchcock con sus actrices. El propio director contribuyó, y se sigue escribiendo sobre el tema, a ello con su particular desdén cuando no casi total omisión cuando se le preguntaba sobre el trabajo de ellas en sus películas. En su entrevista más famosa, la del imprescindible libro de Truffaut, algunas de sus principales estrellas femeninas ni son nombradas y con respecto a otras pasa de puntillas si tiene que hacer algo parecido a lo que podría considerarse una alabanza. Hitch nunca fue de elogios, pero pese a que tampoco se mostraba especialmente efusivo hacia la valía del trabajo de sus intérpretes masculinos, lo de ellas es aún más palpable.
Hitchcock siempre tuvo un comportamiento extraño hacia el sexo. Obsesionado como estaba hacia el sexo y a alguna de sus desviaciones más morbosas o asociaciones más extrañas (relacionaba el sexo normalmente en sus fantasías y chascarrillos con el acto de comer y la comida y está a su vez con algunos procesos fisiológicos normalmente escatológicos, llegó a soltar en una comida con invitados que el vino tinto le recordaba a la sangre de la menstruación) resultaba extraño saber que en su matrimonio apenas si hubo folleteo, aunque sí que se colgó de algunas de sus actrices principales. Alma lo sabía, y aguantó bastante bien los celos en público hasta algún momento ya de hartazgo en los últimos años.
Alfred tuvo una relación bastante buena a lo largo de los años con dos actrices que lo encandilaron desde un principio. Ingrid Bergman y Grace Kelly siempre tuvieron buenas palabras hacia el director, y formaron parte de alguna manera de su vida hasta la muerte de él. Se enamoró de las dos, pero en el plató se entendieron y a pesar de que se sintió abandonado y decepcionado cuando ambas eligieron casarse con Rossellini y Rainiero, no tuvieron grandes problemas con él.
Peor le fue con la que Hitch consideró que iba a ser la sustituta, tanto en el cine como en su corazón, de Grace Kelly, Vera Miles. La contrató, vistió, peinó y transformó hasta que la tuvo tal y como quería para Falso Culpable, pero la obsesión hizo acto de presencia y las continuas reuniones en privado para manipularla aún más empezaron a hacer mella en la Miles, que empezó a sentirse acosada. Estaba todo preparado para hacerla una estrella con Vértigo, pero su anuncio de embarazo fue como una puñalada por la espalda para Hitchcock, que se vio obligado a contratar a Kim Novak, lo que a la postre resultó el encumbramiento de la actriz.
Pero sin duda, la peor relación con una actriz y la que acabó de la peor manera fue la que tuvo con Tippi Hedren. El proceso fue el mismo: descubrimiento, transformación y lanzamiento con Los Pájaros. En esta película la actriz ya fue sometida a un severo castigo físico y mental en algunas escenas con ataques de pájaros reales pero la gota que colmó el vaso llegó con Marnie. Hitchcock, cada vez más obsesionado con la rubia, la citaba en su camerino constantemente, a solas, incluso mandó construir el de la actriz pegado al suyo, con una rampa interior de uso privado para cada vez que el quisiera visitarla, también llegó a entrometerse en la vida privada de la actriz recomendando a quien y quien no debía frecuentar, hasta que un día, al final del rodaje, Hitch le pidió que a partir de entonces estuviera lista para cualquier encuentro sexual que él reclamase, llegando incluso a insinuarle problemas en su carrera si no se plegaba a sus requerimientos. Tippi se negó y sufrió las consecuencias, durante años, y bajo contrato con Hitchcock, este le negó la posibilidad de cederla para trabajar con otros directores, incluso recibió una oferta de Truffaut, pero fue inútil. Una vez libre del obsesivo director, su carrera ya no fue la misma, pero tampoco la de Hitchcock, que se volvió más melancólico y taciturno si cabe, y su ritmo de trabajo también disminuyó desde entonces. La obsesión pasó factura.
El de las rubias de Hitchcock es uno de los temas preferidos de público y psiquiatras. Fascinante como tema extracinematográfico, pero la verdad es que las interpretaciones femeninas en las pelis del británico suelen dejar mucho que desear, porque en general les falta carácter, a la actriz y a la interpretación. Naturalmente hay excepciones: se me ocurren así, sin pensar mucho, las dos de "Rebeca" (sí, las dos), la Ingrid Bergman de "Encadenados", la Tallulah Bankhead de "Náufragos" o la (morena) Teresa Wright de "La sombra de una duda", pero en general Hitchcock no me parece un gran director de actrices, y sí de actores. No sé, por un lado eso de que le gusten las mujeres con una belleza algo ñoña es un punto en contra, pero es que además, cuando realmente son buenas, parece limitar sus capacidades en vez de potenciarlas.
Última edición por pilgrim el Jue 30 Jun 2016 - 20:05, editado 1 vez
Gracias, me alegro que os gustara el cómic. en principio iba a ser en blanco y negro y amarillo (el único color que le había dejado la cleptómana Marnie) para destacar su pasión por las rubias, pero como el libro al final debía ser en blanco y negro, el amarillo desapareció
Otro cachondo homenaje al tío Alfred es este corto animado, que en poco más de un minuto, está plagado de referencias Hitchcockianas
Cris Van Zant
Mensajes : 35018 Fecha de inscripción : 25/09/2014
El de las rubias de Hitchcock es uno de los temas preferidos de público y psiquiatras. Fascinante como tema extracinematográfico, pero la verdad es que las interpretaciones femeninas en las pelis del británico suelen dejar mucho que desear, porque en general les falta carácter, a la actriz y a la interpretación. Naturalmente hay excepciones: se me ocurren así, sin pensar mucho, las dos de "Rebeca" (sí, las dos), la Ingrid Bergman de "Encadenados", la Tallulah Bankhead de "Náufragos" o la (morena) Teresa Wright de "La sombra de una duda", pero en general Hitchcock no me parece un gran director de actrices, y sí de actores. No sé, por un lado eso de que le gusten las mujeres con una belleza algo ñoña es un punto en contra, pero es que además, cuando realmente son buenas, parece limitar sus capacidades en vez de potenciarlas.
Pues la verdad es que no suelo reparar mucho en las interpretaciones de las películas de Hitchcock, él mismo daba tan poca importancia a las mismas y se centraba en otros aspectos como la planificación que se limitaba a contar con actores y actrices como mínimo competentes para que la cosa tampoco naufragase en ese aspecto. Y es cierto, hay mejores interpretaciones masculinas que femeninas en sus películas, aunque yo tampoco hablaría de dirección de actores, él simplemente confiaba en ellos y les remarcaba hacía donde tenían que moverse pensando siempre en como los pillaría la cámara, luego ellos eran buenos y algunos ofrecían algunas interpretaciones excelentes, por ejemplo Anthony Perkins, Cary Grant, Stewart, Ray Milland, etc. Como persona excéntrica, traumatizada y llena de fobias, reservaba los mejores personajes, o los que en algún momento podían llegar a ser sus álter-ego para ellos, en especial para algunos villanos magníficos, se me ocurre el Robert Walker de Extraños en un Tren, y a ellas como a meras inductoras de esas obsesiones, en mi opinión.
El de las rubias de Hitchcock es uno de los temas preferidos de público y psiquiatras. Fascinante como tema extracinematográfico, pero la verdad es que las interpretaciones femeninas en las pelis del británico suelen dejar mucho que desear, porque en general les falta carácter, a la actriz y a la interpretación. Naturalmente hay excepciones: se me ocurren así, sin pensar mucho, las dos de "Rebeca" (sí, las dos), la Ingrid Bergman de "Encadenados", la Tallulah Bankhead de "Náufragos" o la (morena) Teresa Wright de "La sombra de una duda", pero en general Hitchcock no me parece un gran director de actrices, y sí de actores. No sé, por un lado eso de que le gusten las mujeres con una belleza algo ñoña es un punto en contra, pero es que además, cuando realmente son buenas, parece limitar sus capacidades en vez de potenciarlas.
Pues la verdad es que no suelo reparar mucho en las interpretaciones de las películas de Hitchcock, él mismo daba tan poca importancia a las mismas y se centraba en otros aspectos como la planificación que se limitaba a contar con actores y actrices como mínimo competentes para que la cosa tampoco naufragase en ese aspecto. Y es cierto, hay mejores interpretaciones masculinas que femeninas en sus películas, aunque yo tampoco hablaría de dirección de actores, él simplemente confiaba en ellos y les remarcaba hacía donde tenían que moverse pensando siempre en como los pillaría la cámara, luego ellos eran buenos y algunos ofrecían algunas interpretaciones excelentes, por ejemplo Anthony Perkins, Cary Grant, Stewart, Ray Milland, etc. Como persona excéntrica, traumatizada y llena de fobias, reservaba los mejores personajes, o los que en algún momento podían llegar a ser sus álter-ego para ellos, en especial para algunos villanos magníficos, se me ocurre el Robert Walker de Extraños en un Tren, y a ellas como a meras inductoras de esas obsesiones, en mi opinión.
PD. No veo la foto.
¿Se ve ahora la imagen?
Pues algo de razón llevas, pero por otro lado hay que reconocer que Hitchcock también disponía a veces de algunos papeles femeninos muy interesantes, como el de Marnie o incluso el de "Atormentada", que se acababan diluyendo un poco por la dejadez de Hitchcock en este sentido. Y eso acaba afectando a la película, aunque en el caso de "Marnie" es cierto que las consecuencias son mínimas.
Y ya que estamos, mi personaje femenino favorito podría ser el de Ingrid Bergman en "Encadenados".
Gracias, me alegro que os gustara el cómic. en principio iba a ser en blanco y negro y amarillo (el único color que le había dejado la cleptómana Marnie) para destacar su pasión por las rubias, pero como el libro al final debía ser en blanco y negro, el amarillo desapareció
Otro cachondo homenaje al tío Alfred es este corto animado, que en poco más de un minuto, está plagado de referencias Hitchcockianas
Este corto me ha hecho pensar en "La comunidad" de Álex de la Iglesia, más que nada por la enorme densidad de homenajes al maestro que hay por centímetro cuadrado de celuloide. Ni el Brian De Palma más histérico, oiga.
Y eso me recuerda que tengo que recuperarla. En su día me gustó, pero me da miedo que solo fuera por lo divertido que era jugar a encontrar los guiños hitchcockianos. Sale por ejemplo el plano cenital de "Topaz" que puso Ale, por no hablar del vestido que tiene que llevar toda la película Carmen Maura, en homenaje a... ¿qué película? Un, dos, tres, responda otra vez.
Cris Van Zant
Mensajes : 35018 Fecha de inscripción : 25/09/2014
El de las rubias de Hitchcock es uno de los temas preferidos de público y psiquiatras. Fascinante como tema extracinematográfico, pero la verdad es que las interpretaciones femeninas en las pelis del británico suelen dejar mucho que desear, porque en general les falta carácter, a la actriz y a la interpretación. Naturalmente hay excepciones: se me ocurren así, sin pensar mucho, las dos de "Rebeca" (sí, las dos), la Ingrid Bergman de "Encadenados", la Tallulah Bankhead de "Náufragos" o la (morena) Teresa Wright de "La sombra de una duda", pero en general Hitchcock no me parece un gran director de actrices, y sí de actores. No sé, por un lado eso de que le gusten las mujeres con una belleza algo ñoña es un punto en contra, pero es que además, cuando realmente son buenas, parece limitar sus capacidades en vez de potenciarlas.
Pues la verdad es que no suelo reparar mucho en las interpretaciones de las películas de Hitchcock, él mismo daba tan poca importancia a las mismas y se centraba en otros aspectos como la planificación que se limitaba a contar con actores y actrices como mínimo competentes para que la cosa tampoco naufragase en ese aspecto. Y es cierto, hay mejores interpretaciones masculinas que femeninas en sus películas, aunque yo tampoco hablaría de dirección de actores, él simplemente confiaba en ellos y les remarcaba hacía donde tenían que moverse pensando siempre en como los pillaría la cámara, luego ellos eran buenos y algunos ofrecían algunas interpretaciones excelentes, por ejemplo Anthony Perkins, Cary Grant, Stewart, Ray Milland, etc. Como persona excéntrica, traumatizada y llena de fobias, reservaba los mejores personajes, o los que en algún momento podían llegar a ser sus álter-ego para ellos, en especial para algunos villanos magníficos, se me ocurre el Robert Walker de Extraños en un Tren, y a ellas como a meras inductoras de esas obsesiones, en mi opinión.
PD. No veo la foto.
¿Se ve ahora la imagen?
Pues algo de razón llevas, pero por otro lado hay que reconocer que Hitchcock también disponía a veces de algunos papeles femeninos muy interesantes, como el de Marnie o incluso el de "Atormentada", que se acababan diluyendo un poco por la dejadez de Hitchcock en este sentido. Y eso acaba afectando a la película, aunque en el caso de "Marnie" es cierto que las consecuencias son mínimas.
Y ya que estamos, mi personaje femenino favorito podría ser el de Ingrid Bergman en "Encadenados".
Ahora se ve.
A mi también me gusta mucho Ingrid Bergman en Encadenados, también podría ser mi favorito. Ah, y la relamida Doris Day está muy bien en El Hombre Que Sabía Demasiado.
Cris Van Zant
Mensajes : 35018 Fecha de inscripción : 25/09/2014
Pese a que en Inglaterra y en sus primeras películas americanas Hitchcock estuvo bien considerado, a medida que avanzaron las décadas de los 40 y 50 la tendencia fue el minusvalorar el trabajo del director, acompañado de la actitud de una academia hollywoodiense que tampoco se dignó en premiar nunca sus películas, con la excepción de Rebeca, cuyo Oscar a la mejor película lo recogió su productor, David O. Selznick. Pero esto no fue exclusivo de América únicamente. Por ejemplo, en un par de ocasiones Hitchcock acudió a San Sebastián donde dos de sus mejores obras, Vértigo y Con la Muerte en los Talones, también sucumbieron ante obras que hoy no recuerda ni su propios directores. Y lo mismo en el resto de festivales europeos. Parecía que el éxito de taquilla, que sí tenía, no podía ser compartido con un justo reconocimiento crítico, y se le negó el acceso al olimpo creativo que sí ostentaban directores como Fellini, Ozu, De Sica, Rossellini o Bergman. Un joven Truffaut, director con tres películas ya en su haber, y que había conocido a Hitchcock en el rodaje de Atrapa a un Ladrón años antes como crítico de Cahieurs de Cinema, envió una sentida carta al maestro explicándole la devoción por su cine y lo que él consideraba un injusto trato por parte de los críticos y la industria, y le ofrecía la posibilidad de hacerle una mega-entrevista de varios días analizando sus films uno por uno desde la pasión de un devoto fan. Hitch, poco dado a las emociones públicas, también respondió por carta emocionado y aceptando el trato.
Durante una semana en un despacho de los estudios Universal, en agosto del 62 y con la presencia de una traductora y una caja de puros, empezó la conversación entre estos dos cineastas que dio lugar al imprescindible libro que hizo ver la luz a mucha gente en todo el mundo. A partir de ese momento, la crítica ya empezó a resaltar lo que había pasado por alto, la fuerza del cine de Hitchcock, su personalidad, sus mensajes, su psicología y su erotismo. A partir de entonces, ya nadie discutió la grandeza de este hombre como autor. El reciente documental sobre dicho encuentro, que se grabó en audio, revela un Hitchcock, relajado, tranquilo y agradado por la posibilidad de explayarse explicando su cine como nunca antes había tenido la oportunidad de hacer.
Truffaut casi tenía la mitad de edad del maestro, compartían rasgos de personalidad, una profunda melancolía y también algunos episodios de su pasado, como una difícil relación con sus padres, más en el caso del francés. Un Truffaut enfermo de cine que emprendió un ritmo frenético de trabajo, consiguiendo una de las filmografías más febrilmente románticas que se pueden ver. Un maldito cáncer en la cabeza se nos llevó a este cinéfilo de primera a la edad de 52 años, la que tenía Hitchcock cuando rodó Extraños en un Tren, más o menos, y al que aún le quedaba su parte más completa y rica de su filmografía. Mucho cine se perdió seguramente con el fallecimiento prematuro del gran cineasta que abrió los ojos de una crítica anestesiada y drogada con la falsa superioridad moral del que no quiere ir más allá de su dogma de fé.
Alehardrock CAPITAN POPUHEADS
Mensajes : 11182 Fecha de inscripción : 21/03/2013
La influencia de Edward Hopper se aprecia claramente en el cine de Hitchcock:
Robert Burks fue el director de fotografía que trabajó con Hitchcock desde "Extraños en un tren" hasta "Marnie", con la excepción de "Psicosis". Fue un colaborador decisivo, sólo hay que comprobar la iluminación y la riqueza cromática de estos planos:
Desde "la ventana indiscreta", mañana, tarde y noche:
Burks, como Bernard Herrmann, nos dejó muy pronto, en 1968, víctima de un incendio en su casa.
Cris Van Zant
Mensajes : 35018 Fecha de inscripción : 25/09/2014
Gran aportación, Ale, y conexión telepatica Popuheads Acabo de hojear un libro de Garci, Noir, donde explica la influencia de Hopper en el género, y pone la foto de esos dos caserones.
Cris Van Zant
Mensajes : 35018 Fecha de inscripción : 25/09/2014